viernes, 7 de noviembre de 2008
CAMINAR
La vida parece estar compuesta de retazos. A veces tenemos la sensación de vivir en círculos, termina un ciclo y empieza otro, y en ocasiones parece que volvemos a un círculo que ya habíamos completado… pero no es el mismo, puede parecérsele mucho, pero ya no lo es y es interesante aprender a distinguir entre la apariencia y la existencia.
Haber vivido una etapa parecida debería ayudarnos a caminar con más sentido y alegría, pero no podemos engañarnos con las inercias de un pasado que ni siquiera existe más allá de nuestra memoria. La vida es más gratificante y seductora si conseguimos tener presente que lo que hoy vivimos no lo hemos vivido antes ni volveremos a vivirlo. La memoria puede ser algo maravilloso, pero es un arma de doble filo que a veces se trastoca en un cuento o una pesadilla manipulada, a veces nos domina hasta el punto de invadirnos la conciencia, el presente,… la propia vida.
Los recuerdos no son más que nuestra impresión de lo que creemos recordar, y esas impresiones son pequeños tesoros que debemos guardar con cariño en nuestra custodia personal, pero nunca deben ser el altar de nuestro templo. Nuestro altar no tiene más sentido que estar presidido por la propia VIDA, y sustituirla por dioses menores es incoherente y baldío.
Más allá de las palabras, esto que aquí expreso está dentro de mí como una verdad absoluta que ni siquiera necesita ser pensada… Y sin embargo, qué difícil es construir con ella cada pilar de mi existencia, que difícil es andar con zapatos de peregrino.
En este retazo que ahora me lleva, en este círculo que ahora está abierto y del que no atisbo su envergadura, siento que camino con zapatos nuevos, zapatos de peregrino, sandalias de pescador, pero he partido con una enorme mochila de recuerdos y misterios que he de ir soltando en el camino. No me entiendan mal, no he de desprenderme de las cosas y personas que amo, no he de renunciar o rechazar lo vivido, sino aprender a liberarme de su peso, que su huella en mi ser sean pequeñas fuentes de energía, baterías para mi existencia que me iluminen en la oscuridad y me den calor en los días fríos. En este caminar habré cerrado un círculo cuando aprenda a transformar cada una de mis cargas en mi energía, hasta que no pesen, hasta que dejen de arrastrarme fuera del camino.
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1 comentario:
¿Qué dificil es vivir verdad?
Estoy de acuerdo en que la mente puede hacernos mucho daño si no sabemos hacer uso de ella y permitimos que sea ella quien nos use.
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