viernes, 8 de julio de 2011

CONFESIONES Y UN EJERCICIO: DE NUEVO UN SUEÑO II


Interiorizada y asumida la lección primera: “no tengo sino disfruto” , unas semanas más tarde y a consecuencia de la visita de unos amigos, los cuales siempre me hacen aprender muchas cosas, plantearme cuestiones y mirar desde otros puntos de vista, a su marcha volvieron los sueños vividos, esta vez referentes no al TENER sino al SER.
Y es que no es lo mismo leer o escuchar una “máxima” que “vivenciarla”…
- “Si eres elocuente serás aplaudido,
Si eres perspicaz serás interesante,
Si eres correcto serás aceptado,
Si eres equilibrado serás querido,
Si eres humildemente triunfador serás admirado,
Si eres notablemente triunfador serás envidiado,
Si cumples las perspectivas serás elogiado,…
…, PERO SÓLO SIENDO TÚ MISMO SERÁS FELIZ...
- ¿Cómo saber cuando eres “tú mismo”?
- Para eso sólo tienes que superar tu necesidad de ser aplaudido, interesante, aceptado, querido, admirado, envidiado, elogiado…
Obsérvate, observa cada una de tus acciones hacia el mundo, observa la raíz de tus decisiones y cuestiona porqué la has tomado, si para ti, o para los demás."

¿Simple? ¿De verdad? Para mí no lo ha sido, ni lo está siendo. Diez días intensos de reflexión, observación y vuelta a la reflexión. Y es que rara vez tomamos una decisión sin vincularla a la imagen que da de nosotros, o al prototipo de persona que nos acerca, o al ideal con el que nos gustaría identificarnos o del que queremos alejarnos. ¿En base a qué? A lo que hemos aprendido que es deseable y lo que no es deseable… Hasta eligiendo ser “villano” marcamos un prototipo deseable de villano, y otro indeseable del cual intentamos alejarnos en lo posible. Tanto si “deseas” ser un seductor soltero o soltera de oro, como si deseas ser el prototipo de dechado de virtudes padre-madre de familia y buen samaritano, o el mordaz avispadamente ingenioso del grupo, el misterioso ser siempre en segundo plano en su estatus enigmático, el simpático “bueno pero no tonto” buen amigo de todos su amigos, el ácido con una inteligencia tal que le permite burlarse de todo el mundo… no importa cual elijas, es la imagen con la que te identificas y por la que riges tu día a día, mucho más cómodo que descubrir quién eres realmente, vaya a ser que descubras que no eres “nadie” o que no te gusta lo que encuentras. En algún momento nos identificamos con un prototipo de persona y nos mantenemos fiel a esta decisión sin saber siquiera si este prototipo tiene algo que ver con nuestra propia identidad real. Otras veces este prototipo nos lo marcan desde fuera y no tenemos el valor de romper cadenas para ver si este perfil tan deseable tiene validez para nosotros. Nos marca lo que se espera de nosotros, nos marca lo que nos gustaría ser, como nos gustaría que nos vieran y con lo quién nos queremos identificar (o desde la inversa, que también opera, a quién no queremos parecernos, con qué perfil no queremos que nos asocien o de qué prototipo huimos).
Si algo he sacado en limpio en estos diez días es, además, que si nuestros defectos nos hacen esclavos, para intentar corregirlos, ocultarlos, disimularlos, maquillarlos… igualmente nos hacen esclavos nuestras virtudes, porque crean unas expectativas y una representación de “si algo bueno tenemos…” que nos obligan a no bajar el listón, a no desaprovechar nuestros escasos dones y virtudes… a no defraudar.
Más de uno me dirá que meditando se llega a esta conclusión, pero aunque no lo niegue, lo pongo en duda. Mientras meditas, y no siempre y no todos, puedes “darte cuenta” que "el yo" no existe, puedes desvincularte de ciertas sensaciones, normalmente desagradables, como el estrés, la tensión, el frío, el cansancio… pero no conozco a nadie que haya utilizado esto para mucho más allá del momento de meditación. Si la vida se complica… se aumentan las meditaciones, pero ¿cómo modificamos la vida?
En fin, por suerte o por desgracia nuestras necesidades de pertenencia, cariño, aceptación, de ese “amor tangible” y de uso diario están por encima de nuestra propia necesidad de ser feliz, quizás porque equivocamos el mensaje al aprender, aunque seguramente sea porque nos lo enseñaron mal. Nunca es tarde si la dicha es buena,... ¿no?

2 comentarios:

Alquimia Fullera-transitando dijo...

Me gusta mucho como escribes y lo que cuentas, creo que tenemos muchas cosas en común. Un abrazo.

"Leeloo" dijo...

Muchisimas gracias, Alquimia (o fullera-transitando). Esta es la magia de internet, que a veces nos sentimos como islas a la deriva y de pronto nos damos cuenta que somos parte de un archipielago.
Por cierto, hacia tiempo que tenia este blog en "stand by" y ha sido una alegria entrar y ver que había un comentario. Nos vemos por la red.
Besotes de Leeloo