LLUEVE

Casi me da miedo esta necesidad de escribir y esta búsqueda infructuosa del lugar adecuado. Desde los rincones más íntimos a los portales más abiertos, cada frase en su lugar sin saber realmente cuál es el criterio.

Necesito una silla, una mesa, un papel especial, lápices de colores, una lámpara, un cojín , mis gafas… una lista, tengo que hacer una lista… sólo tengo que encontrar dónde hacerla.

Es como una compulsión en mi mano que me hace escribir, sin sentido o con sentido, mi nombre, tu nombre, su nombre, un deseo, una tarea, un criterio, un pensamiento profundo o la lista de la compra. Pero todo lo que escribo me deja insatisfecha y me provoca exitación porque debería ser escrito. Escribo páginas irrepetibles en mi mente mientras vuelvo del trabajo, cuando preparo la comida o cuando tiro la basura. Son frases simples, directas, sin grandes giros ni parábolas, sin vocablos rebuscados ni cultismos elitistas pero no dejan de surgir, sin parar y sin poder retener ninguno, sintiendo que todos son importantes y dudando que a alguien le interese leerlo. Mi casa, verde, te quiero, Alejandra, comida, margarina y queso, cristalino, llueve, fuera llueve como hacia tiempo que no veia llover, no mucho ni poco, solo llueve limpiando, arrastrando pensamientos y tensiones que debían ser limpiadas, me hacia falta. Verde, te quiero.