Hace diez meses que no escribo, pero no han sido diez meses vacíos. He estado "trabajando" en mis ejercicios, descubriendo quien soy y donde estoy, intentando averiguar quien era esa voz desagradable de Gollum amargado que a veces escuchaba dentro de mi pero que no era yo, mesurando mis virtudes y carencias y sorprendiéndome de lo poco que me conocía y cuan errado era mi propio concepto.... Ahora pretendo pedirme menos y quererme más; y aunque no haya llegado a ningún final, me siento en movimiento. Alcancé algunas conclusiones y cambié algunas cosas sin mayor esfuerzo. Estoy contenta y me siento bien.
Curiosamente la misma semana que creo haber entendido algunas cosas (el tiempo dirá, o quizás sean correctas ahora y no lo sean en el futuro, quién sabe...), cuando recién estaba disfrutando la sensación de alegría y seguridad por sentir que había dado un paso hacia delante... sin apenas tener tiempo para saborearlo... volvió un sueño, diez meses más tarde.

Creo que la luna de Mayo nos ha traído el momento de ser valientes, para los grandes saltos y para los pequeños pasos, pero ante todo el momento de tener el valor y el coraje de ser quienes queremos ser (no quien se espera, se supone o nos gustaría que fuéramos), sin miedo, sin prejuicios, sin frustraciones, viviendo en presente, superando lo que hicimos mal, donde caímos, lo que desconocíamos... sin levantar la vista demasiado hacia el futuro, que el camino hacia el futuro sólo se hace dando pasos en el presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario