Esta es una entrada de despedida, es la última de este ciclo tan rico y educativo que se está cerrando. El Quinto Elemento se transforma, porque nada se crea ni se destruye... pero muta, la mutacion es cambio, el cambio es vida.
Durante este tiempo he vivido, experimentado y sentido un sin fin de momentos propios, íntimos e intrasferibles que aún así he intentado vomitar y traducir en palabas en este blog que no creo que nadie lea, pero que tampoco me preocupa demasiado... es, o ha sido una herramienta, un ejercicio de exportación y confrotación, mi diario del navegante, mi libro de campo... Y llega la hora de pasar página porque el curso, el viaje, el estudio, acabó y comienza una nueva fase.
La próxima entrada traerá nueva descripción, nueva imagen y nuevo espíritu... ahora, digo hasta siempre a este círculo que resultó ser finito para convertirse quizás en un ocho infinito, agradecida eternamente por las cosas buenas que ha traído y todo este mundo que he podido descubrir en él.
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